Reseña: «You Get Me»
Al parecer teníamos razón y Netflix tiene una vending machine de cheques y si tenés ciertos avales, te financia cualquier pavada. Acá hace su gran entrada You Get Me que, por la trama, podemos identificar como un muy pobre juego de palabras (Vos me entendés / Vos me tenés a mí) para una mediocre remake adolescente de Atracción Fatal.
Vos no me entendés
Soy honesto. Puede que haya detestado esta película por el hecho de que ya no tengo la edad necesaria para asociarme con lo que sucede. Pero no lo creo. La edad de los personajes es casi una necesaria modificación para que no haya demandas por plagio.
Sobre el final del verano, el protagonista Tyler, que está locamente enamorado de su novia Alison, conoce en una fiesta a Holly. Sucede inmediatamente después de una pelea que tiene la pareja por el pasado fiestero de Alison. Se deja traslucir que lo que enoja a Tyler no es tanto lo que hacía Alison antes, sino lo que no hace ahora con él. Tyler deja la fiesta con Holly y terminan pasando juntos la noche. Y el día. Holly, hasta este momento de la peli, no es más que un accesorio. Si no leen la trama de You Get Me en alguna crítica, bien pueden pensar que va para otro lado. Uno mejor, incluso, dado el horizonte indie que Netflix supo tener. No es así. Holly se entera de que Tyler está de vuelta con Alison y rápidamente se convierte en la mano que mece la cuna.
El trastorno es tan acelerado y poco creíble que, para hacerlo aún mas banal, nos muestran a un Tyler sherlockizado, que de inmediato se pone al tanto de la situación. Es como si el guionista (un tal Ben Epstein) ni siquiera lo estuviera intentando.
Vos no me querés
Es evidente que es así, desde muchos puntos de vista. Sin duda, la película habría tenido algo más de valor o contenido ideológico social si el loco obsesivo hubiese sido un hombre y no una mujer. Hay estadísticas que avalan este hecho. Las pocas veces que un hombre es el obsesivo loco enfermo de amor, la dirección y el guion buscan que empaticemos con el pobre desdichado.
Sin embargo, siempre es al revés. Y siempre la obsesión es exagerada. Holly es un personaje detestable desde casi el principio. No quieren que sintonices con ella que, a sus 17 años, algo tiene que haber sufrido para ser así. Que te lo muestren en la secuela.
No todo es horrible. Tiene algunos momentos de fotografía simpáticos. Algún plano agradable. Las actuaciones no son un desastre. Aparte, dura menos de hora y media. Y lo malo, si breve, menos malo. Los créditos les quedaron bonitos.