Dead set: Gran Hermano + Zombis
Los zombis son una cosa particular, son los únicos monstruos que se han ganado su propio genero, pero entre tantas producciones que involucran muertos vivos las formulas se empiezan a repetir y las ideas empiezan a escasear, como sucede con todo género que se sobreexplota. Es entendible que mucha gente no le encuentre la gracia a los zombis, ya resulta distante el pensar que estos monstruos puedan ser funcionales a algo más complejo e interesante que el mero entretenimiento, como el ser una analogía que busca criticar un determinado aspecto de la sociedad, probablemente el ejemplo más famoso de esto sea cuando Romero comparó a los muertos vivos con los consumistas de los shoppings en El Amanecer de los Muertos. Este potencial que tienen los zombis y que tiene la posibilidad de darle un subtexto más interesante a una historia, suele ser prácticamente olvidado por completo en la mayoría de las producciones. Por suerte Dead Set entiende esto y lo retoma para criticar un ámbito televisivo tan popular como innecesario, dando como resultado una de las incursiones en el género más audaces que se pueden encontrar (al menos de los últimos años).
Dead Set es una miniserie inglesa del año 2008 compuesta por 5 capítulos, que a su vez se compilaron en una película de unas 2 horas de duración. No sorprende que ésta sea obra de Charlie Brooker, nada menos que la mente tras Black Mirror, una de las mejores series que han azotado las pantallas en los años recientes. Quienes hayan visto Black Mirror saben que Brooker no sólo tiene buen ojo para detectar historias con potencial, sino que a través de su escritura sabe cómo explotarlas para entregar un mensaje sin dejar de lado a la narración ni a la historia en sí.
Dead Set abre el juego mostrándonos el mundo de los realitys tras cámaras, un equipo de producción y a los habitantes de la casa de la versión británica de Gran Hermano están preparándose para la eliminación de uno de los participantes del programa, cuando oportunamente comienza el apocalipsis zombi, el cual parece arrasar con casi todos los humanos (como es habitual), excepto por los participantes y algunos miembros de la producción que estaban en la casa de Gran Hermano.
Los zombis de esta miniserie simbolizan al espectador promedio, aquel que (sea por disfrute o por inercia) consume este tipo de televisión basura, esta versión de muertos vivientes representan la locura descerebrada que se puede desencadenar por un show. A pesar de esta analogía, por supuesto que no sólo los fans del programa son quienes se ven afectados porque la historia debe seguir un curso verosímil más allá del mensaje que trate de dar, pero su montaje y algunos momentos clave nos dan a entender que esto es así.
La mini-serie comienza su disección de los reality shows desde la caracterización que hace de sus personajes, no sólo tenemos al productor egoísta y tirano que sólo se preocupa por sí mismo y por que el show salga bien, sino que los participantes de la casa responden a varios estereotipos y representan a personas de determinadas características. El mismo Brooker dijo que basó varios de los personajes en participantes de la vida real de Gran Hermano, por eso es que, así como suele suceder en este tipo de programas en la vida real, en Dead Set tenemos al egocéntrico, la linda y tonta, el homosexual, la afroamericana, la símbolo sexual, el perdedor antipático y el chico bueno.
Un personaje que juega un papel fundamental es el productor, quien posee varios de los momentos clave para entender en detalle la crítica que hace esta mini-serie: este personaje organiza y manipula el montaje de Gran Hermano para exagerar la sensación de rivalidad entre los participantes, no los soporta y presenta un desinterés total por las personas a través de las cuales hace dinero, hasta se encuentra más preocupado por el programa que por lo que está sucediendo verdaderamente en el mundo real. Incluso en un momento el productor decide despedazar a un participante para distraer y calmar la sed de los zombis, similar a cuando estos programas destrozan la imagen de una persona para contentar a los fanáticos.
Todo este armado hace que la casa de Gran Hermano funcione como una gran coraza que aísla, tanto a los participantes como al equipo técnico, del mundo real y sus problemas. Donde los personajes están tan metidos en su juego y aislados que lo hace estar ajenos a la realidad, y no reaccionan sino hasta que esta los golpea de manera violenta y directa.
Excepto tal vez por un affair amoroso que se olvida totalmente luego de los primeros minutos, el guión es muy consistente, tiene buen ritmo y brinda una buena dosis de acción zombi, con secuencias bien definidas y momentos de tensión y reposo bien repartidos, además de agregar algo de humor ocasional y crítica social. Dead Set es recomendable para quienes gustan del cine de zombis ya que van a poder encontrar un material que se adapta a sus exigencias y con el gustito extra de una rica segunda lectura que estas historias parecieron perder. Mientras que quienes sean un poco reacios a las historias de muertos vivos, pueden encontrar una satisfactoria crítica social que les demuestre el potencial del género.