«Puan”: una comedia filosófica que despierta la conciencia en el cine argentino.

Puan, la comedia “filosófica” argentina coescrita y dirigida por María Alché y Benjamín Naishtat, tuvo su estreno en cines el pasado 3 de octubre. El elenco principal está conformado por Marcelo Subiotto, Leonardo Sbaraglia y Julieta Zylberberg. La película ha sido galardonada en el Festival de Cine de San Sebastián, donde obtuvo los premios al Mejor Guion y a la Mejor Interpretación, este último otorgado a Marcelo Subiotto.
La trama de la película se enfoca en las consecuencias que devienen de la inesperada muerte del titular de la cátedra de Filosofía Política de la Universidad de Buenos Aires. El personaje del profesor Marcelo Pena, interpretado por Marcelo Subiotto, emerge como el candidato natural para ocupar este codiciado cargo por el que varios disputarán a lo largo de la historia. Sin embargo, su estabilidad se ve amenazada cuando Rafael Sujarchuk, un profesor moderno, soberbio y elocuente, interpretado por Leonardo Sbaraglia, regresa de Europa con la intención de competir por esa posición. Marcelo, en medio de una etapa de estancamiento que abarca todos los aspectos de su vida, ya sea en lo laboral, social o sentimental, se ve confrontado por este inesperado giro en su existencia.

A pesar de que la película se presenta en un principio como una comedia, es fundamental mencionar que a medida que se desarrolla la trama, revela matices de crítica social aún más profundos. La historia pone de manifiesto que la universidad pública no es solamente un espacio de aprendizaje, sino que también es un escenario en el que se desarrolla la acción social y el movimiento estudiantil, donde los jóvenes luchan por sus derechos.
Además, hay que reconocer que Puan destaca la importancia de contar en nuestro país con una educación pública y gratuita de calidad y accesible para todos. Esto cobra especial relevancia en tiempos en los que muchos de los derechos que con tanto esfuerzo hemos conseguido se ven amenazados.

Una vez más, esto pone de manifiesto el poder político que tiene el cine, que va más allá de su papel como mero entretenimiento, al abordar temáticas de actualidad. El cine contribuye significativamente a aumentar la conciencia de la sociedad acerca de cuestiones fundamentales y Puan, sin dudas, es ejemplo de ello.
Ahora, alejándonos de la influencia política que ejerce el largometraje sobre la situación actual, uno de los aspectos que considero claves de la película es su enfoque en el proceso del duelo. Esto se evidencia en los personajes de Marcelo (interpretado por Marcelo Subiotto) y Doris Caselli (interpretada por Alejandra Flechner), la esposa del fallecido profesor de Filosofía Política de la UBA. Doris plantea de manera decidida que no busca convertirse en un mausoleo de su esposo y que está dispuesta a avanzar en su vida de una manera diferente a la que estaba acostumbrada. Lo motiva a Marcelo a reinventarse y a explorar nuevas posibilidades. Por lo tanto, esta perspectiva que Doris plantea nos sugiere que no se traiciona el recuerdo de los seres queridos que han partido al seguir adelante, sino que se mantiene viva su memoria, cumpliendo con lo que ellos hubieran deseado para nosotros.
Desde mi punto de vista, el film además sobresale por su autenticidad al abordar las conversaciones filosóficas como así también las clases que dicta Marcelo. Estas no se limitan a ser solamente añadidos a la trama, sino que se transforman en reflexiones interesantes y profundas, respaldadas por referencias filosóficas reales.

Por otra parte, más allá de que la película destaca la importancia de la educación superior y el activismo a través de los personajes que rodean a Marcelo, también se nos presenta su propia transformación. A pesar de sentirse atrapado en su rutina y experimentar un estancamiento en todos los aspectos de su vida, Marcelo se esfuerza constantemente por retomar el control de sus cosas y encontrar su lugar en el mundo.
El elenco, conformado por actores destacados, brinda actuaciones brillantes. Marcelo Subiotto ofrece una gran interpretación, presentando a un hombre en constante conflicto interno mientras surfea las complejidades de su día a día. Por otro lado, Leonardo Sbaraglia en el papel de Rafael, puede parecer algo soberbio e incluso caricaturesco. Sin embargo, considero que quizás refleja los prejuicios que Marcelo tiene sobre él a lo largo de la historia.
En conclusión, Puan es una película que, a pesar de su tono cómico, logra abordar con mucha efectividad temas profundos y complejos. A través de una competencia académica, explora las dinámicas sociales y políticas, y el sentido de la vida. Con un elenco talentoso y un enfoque inteligente, la película brinda una experiencia agradable y comprometida que nos invita a reflexionar sobre la condición humana y sus aspiraciones. Además, se destaca como un ejemplo de la riqueza del cine argentino contemporáneo, capaz de entretener y provocar al mismo tiempo.



