MobLand: tres personajes que eclipsan al resto

La portada de MobLand prometía mucho: Tom Hardy, Pierce Brosnan, Helen Mirren y la producción ejecutiva de Guy Ritchie. A eso se suma que el guion está a cargo de Ronan Bennett, creador de las excelentes Top Boy, Gunpowder y The Day of the Jackal.

MobLand es una historia de mafia y de la vida criminal londinense. Harry Da Souza (Tom Hardy) es lo que se conoce como un fixer, un solucionador de problemas para la familia criminal Harrigan. Al mismo tiempo, debe hacer malabares con su esposa e hija, quienes le reprochan su falta de interés y de tiempo, sintiéndose relegadas a un segundo plano.

La familia Harrigan está liderada por Conrad (Pierce Brosnan), un jefe venido a menos que por momentos roza lo psicótico y que, para cada decisión importante, necesita la aprobación del verdadero poder en las sombras: Maeve (Helen Mirren), su esposa, que parece que solo quiere ver arder el mundo para mantener entretenida la vida.

Estos tres personajes marcan el pulso de la serie. Poseen tanto carisma y peso narrativo que logran opacar los intentos de desarrollo de los secundarios.

La trama

Todo comienza cuando Eddie (Aston Boon), nieto de Conrad y Maeve, en lo que parece una noche de desenfreno, mata a Tommy, el hijo único de Richie Stevenson (Geoff Bell), rival de los Harrigan en la lucha por el poder.

Ese hecho desata la guerra total entre las dos familias criminales más poderosas de Londres. Pero allí entra en acción Harry, el fixer, que intentará desviar la atención para evitar el caos.

Claro que su propia familia no se lo facilita. Desde el inicio sabemos que detrás de todo está Maeve, que ve en su nieto —cocainómano y psicótico— al verdadero heredero del clan, ya que sus propios hijos no dan la talla.

Conrad, por su parte, se deja llevar por los impulsos y mata a una amiga de la infancia, un miembro respetado de la alta sociedad, lo que provoca la atención de la ley y una investigación que complica aún más el escenario.

Personajes secundarios relevantes

– Jan Da Souza (Joanne Froggatt): esposa de Harry, atrapada en la disyuntiva de si su marido prioriza a su familia o a los Harrigan.

– Kevin Harrigan (Paddy Considine): mejor amigo de Harry, considerado débil por sus padres. Su arco narrativo abre la puerta al conflicto principal de la próxima temporada.

– Bella Harrigan (Lara Pulver): esposa de Kevin, con un pasado turbio que la vincula a Conrad y a la familia más de lo que desearía. Su subtrama promete repercusiones en el futuro.

– Eddie Harrigan: hijo de Kevin y Bella, manipulador como su abuela y psicótico como su abuelo. Su destino es una incógnita, pero todo apunta a que será un cóctel molotov.

– Seraphina Harrigan (Mandeep Dhillon): hija bastarda de Conrad y la más capacitada para sucederlo, motivo por el cual recibe todo el odio de Maeve.

– Kat McAllister (Janet McTeer): un poder en las sombras de enorme influencia, que se perfila como pieza clave para la segunda temporada.

Lo que hace brillar a la serie

No quiero resumir en detalle cada giro porque perdería gracia. MobLand es una serie de personajes, y lo más interesante sucede cuando en pantalla aparecen los tres de la portada.

La química entre Pierce Brosnan y Helen Mirren es lo que se lleva todos los laureles. Algo especial ocurre cuando sus personajes hablan, discuten o incluso cuando solo se miran. Encarnan a una pareja de irlandeses que conquistó la vida criminal de Londres. Vivir como lores en la campiña no los ablandó: no olvidan sus orígenes y, frente al poder, entonan cánticos de resistencia contra el Imperio. Son explosivos, intensos. Se aman y se odian. Se necesitan y se complementan.

En contraste, Tom Hardy encarna a Harry Da Souza, el hielo que calma el fuego. Ya lo hemos visto en personajes similares: cabeza gacha, mirada perdida, voz baja y entre dientes. Se impone con su sola presencia y postura. Que repita fórmula no es una crítica, porque lo hace con maestría. Harry parece invulnerable, pero su lealtad a los Harrigan es, en realidad, su gran debilidad: lo arrastra a conflictos que terminan afectando a su esposa e hija, a quienes intenta mantener al margen, pero, inevitablemente, acaba exponiendo al barro.

MobLand es adictiva gracias a este trinomio central: Hardy, Brosnan y Mirren. Tres intérpretes cuya fuerza y magnetismo elevan la serie por encima de cualquier tropiezo narrativo.