Reseña: Tu amigo y vecino Spider-Man

En un universo saturado de adaptaciones de superhéroes, Tu amigo y vecino Spider-Man (Your Friendly Neighborhood Spider-Man, 2024) se destaca como un aire fresco entre la avalancha de tropiezos que Marvel nos tuvo acostumbrados en los últimos años. Esta serie animada, pensada para un público joven, pero con un guiño nostálgico que atraviesa generaciones, reinventa a Peter Parker y su mundo con una energía vibrante, colores explosivos y esa dosis de humor muy propia de Spidey. Lejos del tono oscuro de Into the Spider-Verse o la solemnidad del MCU (Universo Cinematográfico de Marvel), acá Spider-Man es, antes que nada, un héroe que disfruta salvando el día.

Lo primero que te conquista de esta serie es cómo humaniza a sus personajes. Peter Parker no es el típico veinteañero atormentado por problemas laborales y amorosos, sino un adolescente que se las arregla entre exámenes escolares, proyectos de pequeño genio, amistades y patrullajes por las calles de Queens, Nueva York, con esa torpeza que ya conocemos de los cómics y las series animadas de los 90.

Hay que decir que estamos en un universo alternativo, y eso les dio libertad a los guionistas para jugar con la evolución de los personajes, los villanos, los trajes y demás. Hasta el origen de los poderes del superhéroe viene con una vuelta de tuerca nueva y fresca (¿una paradoja temporal, tal vez?). La serie no se aferra a los orígenes trágicos de siempre: no vemos a Ben Parker morir otra vez para repetir “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, ni a Gwen Stacy o Mary Jane Watson que caen de un puente o sufren un accidente para que el héroe encuentre el amor. En lugar de esos clichés que ya nos sabemos de memoria, aparecen conflictos nuevos y emocionantes, desde enfrentamientos con un Escorpión convertido en influencer villano hasta misiones para salvar la feria escolar de Oscorp.

Al principio, uno podría pensar que es una precuela de lo que vimos en las películas con Tom Holland. El contexto de la trama apunta a eso, porque estamos en los eventos que desencadenaron Civil War, con los acuerdos de Sokovia que dividieron a los superhéroes en dos bandos: el equipo de Iron Man a favor y el del Capitán América en contra. Por eso, uno supone que la serie nos va a llevar a las razones por las que Tony Stark recluta a Peter para su épica aparición en la película de 2016. Pero, a medida que avanzan los episodios, no hay señales muy claras de eso, así que también podría ser un universo independiente de lo que vimos en las pelis del MCU con el arácnido.

Entre los personajes, está la tía May, en una versión atractiva y buena onda, parecida a la que interpretó Marisa Tomei en Spider-Man: De regreso a casa (2017, Jon Watts) y Spider-Man: Sin camino a casa (2021, Jon Watts). Norman Osborn, por su parte, arranca como un aliado con intereses misteriosos y toma el rol de mentor de Peter, incluso le roba la frase icónica al tío Ben, aunque con un toque oscuro de fondo. Millonario y poderoso al frente de una corporación tecnológica, recluta a jóvenes genios como Parker, que esconden un secreto heroico. Ojo, esto es una suposición basada en lo que sabemos de los cómics; quién sabe si lo veremos en la serie. Pero estoy seguro de que están plantando semillas para las próximas temporadas. ¿Qué querrá Osborn con ellos? ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones? ¿Cuándo mostrará su lado oscuro? Son todas preguntas que quedan abiertas, pero están bien armadas como intrigas.

Si hay un personaje que le pisa los talones al protagonista en importancia, ese es Lonnie Lincoln. Un adolescente afroamericano, estrella del fútbol americano en la secundaria, con un futuro prometedor. Peter, en el fondo, quisiera odiarlo porque es el novio de su interés amoroso, Pearl Pangan (sí, en este universo dejaron descansar a Gwen y Mary Jane por ahora), pero el carisma y la bondad de Lonnie hacen que sea imposible. El recorrido de Lonnie refleja la vida de cualquier chico que crece en un entorno complicado: el barrio pesa y puede arruinar cualquier plan. Su historia nos mete en el barro de las pandillas, para mostrar cómo te atrapan sin dejarte salida. Aunque, si pensamos en los cómics, cuesta imaginar en quién se convertirá este personaje. La clave estará en cómo lleguen a eso, y es una de las cosas que más me intrigan. Eso sí, de tratarse de un universo alternativo, quizás los planes para Lonnie sean otros.

En fin, el abanico de personajes de esta primera temporada es amplio y variado: Nico Minoru (que puede sonarles de los Runaways), Harry Osborn y, claro, villanos como el Doctor Octopus, Rhino y Escorpión, entre otros. Y hablando de los malos, este es un Spider-Man que no veíamos hace rato en pantalla: el que enfrenta a ladrones de bancos y carteristas y el patrullero que se balancea entre los edificios de la populosa Queens.

Peter está lidiando con su alter ego mientras empieza a formar su personalidad. La inocencia de sus intenciones es su mayor debilidad; todavía estamos ante un Spider-Man en construcción, aprendiendo de sus propios errores. A lo largo de los 10 capítulos, introducen diversos elementos que convergen en la trama principal hacia el final, dejando líneas de conflicto abiertas para lo que viene. Los ganchos están bien puestos.

Otra cosa para destacar es la animación, de trazo grueso y súper comiquera. De hecho, nunca estuvo tan claro eso de pasar las páginas a la pantalla. El espíritu del cómic se siente en cada episodio, con la presentación de los capítulos como portadas y transiciones que parecen viñetas en movimiento.

Spider-Man tiene más de mil números en historietas, más de 10 series animadas, 2 películas de animación y más de 12 films (sin contar las parodias turcas e indias). Cuando uno piensa que ya vio todo, Tu amigo y vecino Spider-Man llega como un soplo de aire fresco. Ah, y el estribillo que popularizaron Los Ramones está de vuelta (aunque no lo cantan ellos ni es punk, pero igual funciona).