Manuscritos de Tython XIV: Nostalgia barata y zapatos de goma, lo malo y lo bueno de Skeleton Crew

Con bastante perfil bajo para lo que los espectadores estábamos acostumbrados, la plataforma de streaming de Disney ha estrenado la última serie del 2024 relacionada con Star Wars: Skeleton Crew; con dos primeros episodios que, si bien no brillan por su originalidad, han traído aires frescos y un poco de paz a una franquicia –como odio ese sustantivo utilizado como sinónimo de materiales narrativos puesto que los sitúan al mismo nivel de las cadenas de comida chatarra– que no está pasando por su mejor momento.
Antes de comenzar con el análisis propio de lo visto, quiero afirmar que la serie me sorprendió gratamente, ya que recupera el espíritu perdido en otras entregas, y he podido disfrutar una vez más con Star Wars.

Nostalgia barata
Empezaré analizando lo menos logrado de esta serie creada por Jon Watts y Christopher Ford, parte del equipo responsable de la exitosa Spiderman Homecoming (Jon Watts, 2017).
a. El marco narrativo: Desde que se dieron a conocer las primeras noticias relacionadas con la producción de esta serie, se hizo hincapié en que estaría influenciada por la película The Goonies (Richard Donner, 1985), sin embargo, un lector y espectador avezado puede encontrar influencias de varias historias relacionadas con aventuras protagonizadas por niños como E.T the Extraterrestrial (Steven Spielberg, 1982);y películas originales junto con todas sus remakes como Tom Sawyer (John Cromwell, 1930),basada en la novela de Mark Twain, Alicia en el país de las maravillas (Geronimi, Jackson, Luske, 1951),tomada de la novela de Lewis Carroll, y Peter Pan (Geronimi, Jackson, Luske, 1953),inspirada en la obra teatral de James Matthew Barrie. Las influencias de estas narraciones son tan notorias que generan bastante previsibilidad durante el desarrollo de la trama; esto le juega en contra a Skeleton Crew, dado que se eliminan, de forma sistemática, el suspenso y la sorpresa durante varios momentos clave de cada episodio.

b. Los estereotipos: El grupo de niños que lleva adelante la historia abusa de las características más comunes que corporizan los protagonistas de todas las historias antes mencionadas. Ravi Cabot-Conyers interpreta a Wim, el soñador y pensador de aventuras, que además vive solo con su padre ya que su madre, por algún motivo no revelado, no forma parte del grupo familiar; Robert Timothy Smith encarna a Neel, el gordito, amigo leal, ingenuo y bonachón, un alienígena de aspecto elefantoide de raza por el momento desconocida (no es un ortolano como Max Rebo); la contraparte femenina del grupo, apenas mayores de edad que los varones, es abordada por Ryan Kiera Armstrong, cuyo nombre en la ficción es Fern, muchacha de carácter fuerte y mentirosa, que se autodenomina como líder del grupo; y Kyriana Kratter, la tecnócrata, niña con implantes cibernéticos al estilo de Lobot, personaje de The Empire Strikes Back (Irvin Kershner, 1980), que además presenta rasgos orientales, en una clara alusión a Data, personaje de The Goonies. A lo largo de la narración cada integrante del grupo irá desarrollando y desplegando sus características para desencadenar los distintos eventos que hacen avanzar la trama. Los personajes secundarios son el droide SM-33, en referencia a Smee el ayudante del capitán Garfio en Peter Pan, interpretado por el actor Nick Frost; y hacia el final del segundo episodio, Jude Law en el papel de Jod Na Nawood, un usuario de la Fuerza que, cómo no, se revela quitándose la capucha de su túnica de la misma manera que Obi Wan Kenobi y los cientos de Jedis que vinieron después de A New Hope (George Lucas, 1977).

c. Los homenajes y referencias a otras películas: Más allá de aquellos mencionados, aparecen montones de los hoy mal llamados “Huevos de Pascua”. El término comenzó a acuñarse a partir del año 1979 con la aparición de Adventure, un juego para la consola Atari 2600; los ejecutivos de la empresa tenían la premisa de no colocar créditos con los nombres de los realizadores de los juegos, por lo que el diseñador Warren Robinett ocultó el suyo, a modo de protesta y demostración de autoría, en una pantalla a la que se podía acceder luego de realizar cierta serie de acciones. Este acto de esconder, al principio los nombres y luego otro tipo de elementos, se tornó costumbre entre los distintos programadores de videojuegos, por lo que se los denominó “Huevos de Pascua” como analogía a la tradición de ocultar huevos durante esa época del año para que los niños los encuentren y se los lleven como premio. Cuando las películas y series comenzaron a hacer lo propio, era un verdadero desafío encontrar aquellas referencias a otros materiales, por lo que el término se aplicaba a la perfección ya que darse cuenta del momento en que aparecía se sentía como un verdadero premio a la observación y sagacidad del espectador. Hoy en día, no es exclusivo de esta serie, son tantos los diversos elementos que refieren a otros materiales que ya no genera sorpresa. No me malinterprete, estimado lector, no es que no me gusten ese tipo de apariciones, pero la saturación visual a la que estamos expuestos, desde la aparición de un hombre lobo Shistavanen, personaje que fuera eliminado en la edición especial de A New Hope, pasando por el circo virtual del Star Wars Holliday Special (Binder, Acomba, 1978) hasta una especie de ratita con cabeza similar a la de un xenomorfo recién nacido de la película Alien (Ridley Scott, 1979)puede generar dos tipos de efectos en el espectador: el primero y más común es el de colocarnos dentro de una zona de confort, en la que los viejos aficionados al Universo de Star Wars, las historias clásicas de aventuras y ciencia ficción, sintamos la comodidad como algo bueno, como si nos estuviesen hablando en nuestro mismo idioma, dando la falsa impresión de que la narración de nuestra querida saga está yendo por el camino correcto; esto nos lleva indefectiblemente al segundo efecto que es el aburrimiento, la sobreestimulación de referencias a las épocas de glorias pasadas se torna tediosa por estar viendo siempre lo mismo.

Zapatos de goma
Finalizado el análisis de lo menos logrado, me dedicaré a lo que, a mi criterio, es lo mejor que nos ha entregado Skeleton Crew, que no es poco y es mucho más sustancioso que lo anterior.
a. La ambientación y la acción: Una leyenda en letras azules nos sitúa directamente en la época de la Nueva República una vez que ha caído el Imperio, y nos informa que en las rutas hiperespaciales ha aumentado la piratería. La acción comienza en lo que se conoce como “in medias res”, en medio de la cosa, con una secuencia de abordaje por parte de unos piratas espaciales a una nave muy similar a la Tantive IV de la princesa Leia Organa, lo que nos lleva a pensar en el comienzo de A New Hope. Más adelante la narración se traslada hasta el planeta At Attin, un lugar aparentemente ideal del que a medida que avanza la trama se proporcionan indicios, como la utilización de los dactarios, antiguos créditos de la República pre imperial; una barrera que rodea el planeta y cubre las estrellas, impidiendo la entrada y salida de naves espaciales; y menciones de personajes secundarios y terciarios que califican a At Attin de mito, situado en algún lugar no conocido y aislado de la galaxia.

b. La presentación de los personajes: Más allá de los estereotipos, los personajes se incorporan al argumento de forma magistral. Comenzando por Wim, al que se lo ve jugando con muñequitos del estilo que fabricase Kenner a fines de los 70 y funciona como pivote para presentar a los demás integrantes de su futuro grupo: su amigo Neel, con quien se bate a duelo de sables de luz imaginarios, Fern y Bk a quienes ve montadas en una speeder bike para niños, lo que remite a Return of the Jedi (Richard Marquand, 1983), el trayecto tomado por las niñas dirige la vista de Wim y, por ende, del espectador hacia los bosques que rodean la ciudad donde viven, lugar en el que con posterioridad encontrará la nave pirata oculta. Una vez dentro de esta nave el niño será quien encuentre a SM-33 y distintos esqueletos con atuendos de piratas.
c. El subtema de la inteligencia artificial: Si bien se encuentra apenas planteado y no creo que tenga mucho mayor desarrollo, en la sociedad utópica que muestra At Attin los droides y los seres vivos conviven en armonía dividiéndose las tareas laborales. Es por eso por lo que a los niños en edad escolar se les hace un examen de aptitud en el que se determina qué profesión futura deberán seguir a fin de no quedar desocupados cuando sean adultos. Este subtema plantea una gran preocupación que se está dando en la sociedad de nuestra época, qué beneficios y perjuicios nos traerá el uso de la inteligencia artificial.

d. El conflicto y la cadena causal: Los dos episodios emitidos hasta el momento desarrollan pequeños problemas que llevan de manera natural y fluida al problema principal, que será el retorno a casa. Esto se evidencia por medio de una cadena de causa y efecto, con plantados, recuperaciones y resignificaciones de diversos eventos que se narran utilizando los tiempos internos necesarios para su correcto desenvolvimiento. Tomando como ejemplo el mencionado subtema de la inteligencia artificial, Wim no sabe que al otro día será el examen de aptitud que determinará su destino como adulto; se queda “estudiando” toda la noche y, por lo tanto, al otro día no se despierta para tomar el bus escolar, motivo por el cual debe cortar camino por el bosque presentado con anterioridad cuando seguimos con la vista el camino que realizan Fern y Bk y esto lo lleva a encontrar la nave pirata. De esta forma se narran casi todos los hechos que ocurren a lo largo de los dos episodios, una cosa lleva a la otra de forma coherente y natural, sin forzar situaciones y con el desarrollo necesario para que los espectadores procesemos toda la información suministrada.
e. El público al que va dirigido: Lejos está Skeleton Crew de ser una serie exclusiva para niños y niñas, toda la narración está enfocada en lograr un revival de las antiguas películas de aventura de los años 80, por lo que está dirigido a un público en su mayoría adulto que quiere volver a sentir las mismas experiencias que cuando eran pequeños. Son estos adultos los que a través de este material pueden infundir ese amor por este tipo de historias a sus hijas e hijos.
Conclusión
Skeleton Crew es una serie que tiene sus puntos flacos, como el uso de estereotipos y la apoyatura en viejas fórmulas narrativas que generan una historia por momentos predecible. Pero estas falencias son superadas por una calidad en la narración que la hace muy disfrutable y que venía haciendo falta desde hace varios de los distintos productos entregados. Por todo esto el saldo de estos primeros dos episodios es más que positivo. Los responsables de Disney tienen que aprender de sus errores y empezar a contratar guionistas y realizadores que sepan los gajes del oficio, que entreguen historias con narraciones sólidas y coherentes para, poco a poco, alejarse de la zona de confort de los viejos aficionados a la saga y presentar nuevas experiencias que no pierdan el espíritu original de Star Wars.



