Shogun: la gran apuesta de Disney+

A principios de 2024, antes de que Star+ fusionara su contenido con Disney+, se estrenó discretamente Shogun, una ambiciosa serie que narra la historia de John Blackthorne, un marinero inglés del siglo XVII que naufraga en Japón. Al llegar, se ve atrapado en la compleja política y cultura del país, estableciendo vínculos profundos con el poderoso daimyō Yoshii Toranaga y con Lady Mariko, una mujer de gran astucia política y un pasado familiar trágico.
Hace pocas semanas, Shogun volvió a ser tema de conversación al arrasar en los Premios Emmy 2024, llevándose 18 galardones y marcando un récord histórico.
La serie es una adaptación de la novela homónima de James Clavell, publicada en 1975, que ya había sido llevada a la televisión en 1980 con Richard Chamberlain y Toshiro Mifune en los papeles principales. Aunque aquella versión fue bien recibida en Occidente, generó controversia en Japón debido a la forma en que representó su cultura. Por ello, uno de los grandes retos de esta nueva producción era ofrecer una recreación más respetuosa y auténtica del Japón feudal del 1600, lo que ha captado la atención tanto de audiencias locales como internacionales.

La trama arranca con el naufragio de John Blackthorne (interpretado por Cosmo Jarvis), quien es capturado al llegar a las costas japonesas. Lord Yoshii Toranaga (Hiroyuki Sanada), un poderoso daimyō, percibe en él una oportunidad para entender mejor a Occidente. Este contexto se sitúa en un Japón dividido entre cinco grandes señores feudales que compiten por el título de Shōgun, un líder político y militar de facto, en un clima de traiciones y alianzas estratégicas.
Japón, en ese entonces, tenía un conocimiento limitado de Occidente, basado en relatos de misioneros jesuitas y comerciantes portugueses, quienes buscaban mantener su influencia exclusiva en la región. La serie muestra de forma meticulosa esta colisión de culturas, siendo Lady Mariko (Anna Sawai) el puente entre Blackthorne y Toranaga. Como intérprete de ambos, Mariko no solo facilita la comunicación, sino que también protagoniza un romance con el marinero inglés, equilibrando esta trama con los elementos políticos, de acción y drama que definen la narrativa.

Uno de los aspectos más destacados de la serie es su ritmo pausado, diseñado para sumergir al espectador en la atmósfera política y cortesana de la época, además de explorar los valores de honor y sacrificio de los samuráis. La serie no teme mostrar los extremos de estas tradiciones, como el seppuku, que se presenta en un contexto de lealtad extrema y purificación familiar.
Desde el punto de vista técnico, Shogun deslumbra con su fotografía, que utiliza magistralmente la luz y el color para evocar la cultura japonesa, ofreciendo paisajes vibrantes y contrastantes que sumergen al espectador en la época.

Sin embargo, el mayor mérito de la serie son sus actuaciones. Hiroyuki Sanada, ganador del Emmy a mejor actor de reparto, transmite la autoridad y complejidad de Lord Toranaga en cada escena. Cosmo Jarvis, quien ganó el Emmy a mejor actor principal, retrata con maestría la vulnerabilidad y el desconcierto de Blackthorne al enfrentarse a una cultura completamente ajena. Anna Sawai, como Lady Mariko, ofrece una interpretación equilibrada, llena de delicadeza emocional y profundidad. Entre los personajes secundarios, destaca Kashigi Yabushige (Tadanobu Asano), un hombre envuelto en intrigas políticas y lealtades cambiantes, que refleja perfectamente el clima de tensión y traición de la época.
Originalmente concebida como una serie limitada, Shogun se renovó para al menos dos temporadas más, gracias a su éxito rotundo. Con elementos como intriga política, personajes complejos y épicas batallas, Disney+ parece estar construyendo su propia Game of Thrones, aunque, por ahora, sin dragones.



