Poor Things: una excéntrica reivindicación de la libertad y el goce femenino

Poor Things es la última película del excéntrico cineasta Yorgos Lanthimos, conocido por sus películas tales como Canino, La favorita, La langosta, entre otras. Se estrenó durante el mes de enero y aún continúa en cartelera. Protagonizada por Emma Stone y Willem Dafoe, viene destacándose por haber recibido numerosas nominaciones a los Óscar y a los Globo de Oro y por los premios que ganó Emma Stone como mejor actriz.

Esta película de autor, caracterizada por su humor negro y su contenido de sexo explícito, representa uno de los proyectos más antiguos del director, cuyo desarrollo inició en el año 2009. Sin embargo, el proyecto se vio estancado hasta que decidió retomar la idea junto a Emma Stone, quien participa no solo como la protagonista de la historia, sino también como la productora ejecutiva.

Podemos decir que esta película de Lanthimos sigue la misma línea que sus anteriores largometrajes, donde el foco está puesto principalmente en incomodar al espectador a través de la exposición de temáticas que son consideradas como tabú a pesar de encontrarnos en la postmodernidad, como lo es el goce y el placer sexual de la mujer.

La historia, al inicio presentada en blanco y negro con enfoques que le aportan una particularidad a la película, como el uso del gran angular para crear el efecto conocido como «ojo de pez», sigue la vida de la protagonista Bella Baxter (interpretada por Emma Stone), quien es el resultado de un extraño experimento llevado a cabo por el Dr. Godwin Baxter (interpretado por Willem Dafoe).

El experimento en cuestión implica que el Dr. Baxter encuentra a una mujer embarazada que se ha arrojado al vacío y decide implantar el cerebro del feto en el cráneo de ella. Así es como nace Bella Baxter, quien posee el cuerpo de su madre y un cerebro con la madurez correspondiente a la de un niño. Por lo tanto, debe aprender a hacer las cosas básicas como caminar, comer y hablar.

A medida que avanza la historia, observamos cómo Bella descubre las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Sin embargo, el punto de inflexión se produce cuando encuentra la capacidad de darse placer a sí misma y comprende que no puede hacerlo en público, sino que debe ocultarlo ya que es algo considerado como tabú para la sociedad. Tras este descubrimiento, la fotografía cambia de blanco y negro a color, simbolizando el despertar de Bella Baxter y su preparación para superar cualquier obstáculo que se interponga en su camino hacia la exploración del mundo y el disfrute sin límites de su sexualidad.

Lanthimos aborda de manera explícita y directa el derecho de las mujeres a disfrutar de su sexualidad y cómo este deseo incomoda a la sociedad, especialmente a los hombres. Sin embargo, a veces se vuelve un tanto repetitivo en su insistencia en denunciar esta situación e incluso termina por cruzar la delgada línea entre ser una película de denuncia social y ser machista, ya que reduce el relato a que el goce y la libertad de la mujer pasan únicamente por tener una vida sexual activa despreocupada.

Por otra parte, algo que se le ha criticado bastante al director respecto a su historia es que plantea la relación sexoafectiva entre Bella, una niña en el cuerpo de una mujer, y Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), un hombre mayor con gran poder adquisitivo. Sin embargo, considero que es parte de su denuncia haber planteado una relación con estas características, donde Wedderburn actúa de manera tóxica y posesiva con la protagonista, a pesar de haberle planteado que sería un vínculo sin compromiso. Sin dudas, este tipo de trato violento es algo a lo que muchas mujeres se ven sometidas diariamente.

La interpretación de Emma Stone como Bella Baxter es extraordinaria, un papel completamente distinto a sus trabajos anteriores y desafiante en todos los aspectos. No solo demuestra audacia y valentía, sino que también acompaña con precisión la transformación de su personaje, evolucionando desde la inocencia de una niña hacia la complejidad de una mujer adulta. Este cambio requiere una adaptación en su manera de moverse, hablar y actuar, demostrando su habilidad y versatilidad como actriz. En esencia, Bella encarna la figura de una mujer libre de todo, incluso de prejuicios. Los numerosos premios que ha recibido hasta ahora confirman que esta interpretación es una de las mejores de la carrera de Stone.

Mención especial merece Mark Ruffalo, quien encarnó a Duncan Wedderburn con astucia, perspicacia y un humor particularmente irónico. Sin dudas, es el personaje que más picante y color le aporta a la trama de Poor Things. Un papel distinto al que estamos acostumbrados a ver interpretar a Ruffalo, que nos genera sentimientos encontrados. Por un lado, nos indigna frente a las agresiones que le inflige a la protagonista y, por otro, sentimos hasta pena por él ya que al parecer se enamora realmente de ella y sufre tras su constante rechazo.

Por otra parte, otra de las cuestiones que a mi parecer destacan en la película es el diseño de producción y vestuario a cargo de Shona Heath y James Price. La excentricidad de las vestimentas y el manejo del color contribuyen a crear una atmósfera surrealista que nos sumerge como espectadores en un mundo de sueños y pesadillas, similar a lo que sucede con la película Alicia en el País de las maravillas,de Tim Burton.

En definitiva, Poor Things brinda una mirada irónica, provocativa e incómoda a la forma en la que los hombres se vinculan con las mujeres, presentando una comedia con elementos de coming-of-age rebelde y desenfrenado, respaldado por un discurso feminista. Aunque puede no ser del gusto de todos, vale la pena darle una oportunidad, especialmente considerando el reconocimiento que ha recibido hasta el momento con sus nominaciones a los Óscar y los premios ganados.