El silencio de los hombres: una exploración de las dimensiones ocultas de la masculinidad

El silencio de los hombres es un documental dirigido y escrito por Lucía Lubarsky, quien además de ser directora y productora audiovisual es poeta. Esto se refleja en la narrativa del film, donde aborda desde una perspectiva poética y libre de prejuicios, las dimensiones ocultas de la masculinidad contemporánea.
Producido por Motoneta Cine, el largometraje se estrenó el 17 de agosto en el Cine Gaumont.
En este documental, Lubarsky nos presenta una mirada profunda y reflexiva sobre las complejidades de la masculinidad actual. Desafía los preconceptos tradicionales de lo que significa ser un varón, explorando las presiones sociales, las expectativas culturales y los desafíos emocionales que enfrentan los hombres en una sociedad que se encuentra en constante cambio, influenciada por el movimiento feminista. Sin dudas, es un documental que nos moviliza y emociona, a partir del cual saldremos con más preguntas que respuestas incentivándonos a reflexionar sobre lo que callan y sufren –en silencio, justamente– los hombres.

La directora logra conquistar y mantener la atención de la audiencia al adoptar un enfoque íntimo y personal para indagar en las experiencias de vida de varios hombres, tanto cis género como disidencias. A través de entrevistas respetuosas, empáticas, despojadas de todo juicio, y conversaciones reveladoras, el documental expone temas que se suelen ignorar, como la expresión emocional y sensibilidad limitada, los roles de género rígidos y los estereotipos que afectan a los hombres desde una edad temprana y que los acompañan a lo largo de toda su vida.
El documental comienza con registros audiovisuales íntimos y emotivos que presentan la infancia y adolescencia de Lubarsky, marcando así el punto de partida para examinar de qué manera los dictámenes de la sociedad se establecen desde el entorno familiar durante la infancia, forjando nuestra identidad. En consecuencia, inicia una serie de entrevistas, comenzando con su padre Marcelo y su hermano Valentín, un desafío no solo para la directora, sino también para su padre y hermano, al enfrentarse a la tarea de compartir experiencias personales tan íntimas y sensibles. Con sutileza y respeto, Lubarsky presenta estas conversaciones, permitiendo al espectador percibir y conectar con la persistente angustia que sigue afectando a estos hombres debido a los temas que alguna vez tuvieron que mantener en silencio, así como a los imperativos sociales a los que se vieron obligados a responder en repetidas ocasiones, simplemente por su condición de «varón».
Uno de los aspectos más impactantes de la película es su habilidad para presentar a los hombres como personas que también tienen vulnerabilidades y que son multidimensionales. Se ponen de manifiesto ciertas nociones preconcebidas de que los hombres deben ser fuertes, independientes y siempre seguros de sí mismos. En cambio, El silencio de los hombres destaca la importancia de la comunicación abierta y honesta y permite que los protagonistas compartan sus luchas internas y sus esfuerzos por alejarse de las convenciones restrictivas y se expresen libremente alejados del prejuicio y la discriminación.

A lo largo de su ópera prima, Lubarsky también explora cómo las ideas machistas y las reglas de comportamiento de cada género contribuyen a mantener –e incluso profundizar– las diferencias y las relaciones insatisfactorias entre las personas de distinto o igual género. Al cuestionar estas formas de pensar, la directora ofrece una perspectiva optimista al sugerir que cambiar el concepto de lo que significa ser un varón es fundamental para lograr una sociedad más justa, igualitaria y comprensiva, en la que uno pueda vivir libremente su vida, sin miedo a sufrir las consecuencias de hacerlo. Consecuencias que muchas veces pueden ocasionar la muerte.
La película logra emocionar al espectador al combinar primeros planos y relatos conmovedores. Captura los momentos de introspección de los entrevistados con una sensibilidad que invita a la audiencia a sumergirse en los pensamientos más profundos de ellos y empatizar con lo que les pasa. Esto permite que el documental se sienta auténtico y nos muestra lo importante que es sacar a la luz estas temáticas.
En definitiva, El silencio de los hombres es un documental que desafía las normas de género, abre un diálogo importante y fomenta la reflexión en torno a las percepciones de la masculinidad en la sociedad actual. A través de su enfoque empático y compasivo, Lucía Lubarsky logra crear una obra que no solo informa, sino que también inspira al cambio positivo en la manera en que entendemos y vivimos la masculinidad. Sin dudas, es un testimonio conmovedor de la necesidad de redefinir y celebrar la diversidad de las experiencias masculinas en el mundo moderno. En un mundo en el que se promueve la tolerancia y el respeto hacia la diversidad de géneros, parece que, en muchas ocasiones, estos valores quedan relegados cuando se trata de abordar la masculinidad.



